La calidad de la madera
Mayor calidad y resistencia a diferentes condiciones
Así como el patrón de la fibra, existen algunos otros elementos que apoyan en la selección de una madera de calidad. Sin importar el tipo de madera, existen algunas generalidades que la distinguen de otros materiales que la imitan. Al contemplar esos factores en la selección, se puede volver más eficiente, de tal modo que se consigan maderas de mayor calidad y resistan más tiempo en el diseño.
Madera maciza: El primer punto a considerar es si realmente se está adquiriendo madera, pues en algunas ocasiones se utilizan capas de plástico pintadas para simular piezas de madera sólida. Una manera de distinguir la madera es mirar los bordes de la pieza; los anillos que se forman en la fibra no deben continuar más allá de la cara frontal. De esta manera, se puede saber que se trata de madera realmente sólida.
Color: La tonalidad en la superficie de la madera es un punto muy importante para identificarla. Más allá de los diferentes tipos de madera, que siempre tienen tonalidades propias de su especie, hay que constatarse de que el color se mantenga uniforme en toda la pieza. Nuevamente se puede usar una lijadora para ver si se conserva la tonalidad en los debajo de las primeras capas.
Patrón de la fibra: Como mencionamos, el patrón de la fibra es una manera confiable de identificar la madera. En términos más específicos, podemos decir que la madera dura generalmente presenta una textura con poros más abiertos y con una textura perceptible al tacto, mientras que las maderas suaves tienden a sentirse más suaves y sin hendiduras. Algunas maderas también muestran patrones de fibra distintos, dependiendo del procedimiento que hayan sufrido durante su elaboración.
Dureza y peso: Por último, los factores de peso y dureza pueden determinar la calidad de la madera. Si se trata de tablas o molduras pequeñas, se puede sentir el peso con las manos, para comprobar si presentan la consistencia de una madera maciza. Simplemente con el tacto se pueden determinar estas características; además, con rascar un poco su superficie se puede constatar la cualidad de dureza.
Con la conjunción de todos estos elementos, las maderas ofrecen la mayor calidad y resistencia a diferentes condiciones. Asimismo, cabe destacar que existen diversas normas en nuestro país que regulan pruebas más detalladas y específicas para certificar la calidad de las piezas de madera. Por ejemplo, la norma NMX-C-239-1985, nos permite determinar su calificación y su clasificación visual; la NMX-C-446-2005 nos facilita evaluar las propiedades mecánicas y su resistencia a distintos factores; y la NMX-C-445-2005 establece el procedimiento para determinar el contenido de humedad de la madera de pino empleada en usos estructurales y de construcción.
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