Vidrio: templado, de control solar y aislamiento acústico

Publicado en: Decoración | 25 agosto, 2021

Las propiedades estéticas, técnicas y energéticas del vidrio hacen que su campo de aplicación sea prácticamente ilimitado: desde acristalamientos exteriores hasta decoración de interiores y usos industriales.

El vidrio templado, que es considerado un tipo de vidrio de seguridad, se obtiene gracias a los diversos tratamientos térmicos o químicos a los que se somete para aumentar su resistencia en comparación con el vidrio normal. Con este proceso resulta cinco veces más resistente que el vidrio ordinario en términos de resistencia al choque físico o térmico. El proceso consiste en poner las superficies exteriores en compresión y las superficies internas en tracción.

Para fabricar vidrio templado térmicamente, el vidrio flotado se calienta gradualmente hasta una temperatura de reblandecimiento de entre 575 y 635 °C para después enfriarlo muy rápidamente con aire. De esta manera se consigue que el vidrio quede expuesto en su superficie a tensiones de compresión, y en el interior tensiones de tracción.

Tales tensiones hacen que el vidrio, cuando se rompe, se desmenuce en trozos pequeños granulares en lugar de astillar en grandes fragmentos dentados

El vidrio de control solar deja pasar la luz del sol mientras refleja una gran parte del calor hacia el exterior. A menudo especificado para ventanas, techos y fachadas, el vidrio de control solar optimiza la transmisión de luz, el control solar y el alto rendimiento térmico. Como resultado, el interior del edificio no sólo permanece brillante, sino también más fresco que con el vidrio normal.

El vidrio de control solar no es necesariamente vidrio de color o espejado, aunque estos acabados se pueden aplicar con fines estéticos, si se desea. Su potencial radica en la tecnología de recubrimiento, misma que consiste en la aplicación de recubrimientos multicapa a la superficie del vidrio flotado, lo que tendrá el doble efecto de permitir la entrada de la luz solar y repeler el calor solar. Las unidades de vidrio de control solar suelen tener doble acristalamiento. Al reducir la necesidad de aire acondicionado, estos tipos de vidrio contribuyen directamente al ahorro de energía.

El aislamiento acústico es la capacidad de un acristalamiento para evitar que el ruido lo atraviese, por ejemplo, entre un entorno exterior ruidoso y una habitación silenciosa dentro de un edificio. El aislamiento acústico se consigue utilizando vidrio grueso, ya que su masa absorbe las vibraciones fónicas.

Por lo tanto, el grosor total del vidrio aislante depende de la profundidad de la ranura de la ventana (normalmente 24 o 28 mm). Para instalar el vidrio, al aumentar su grosor se reduce el ancho del espacio que contiene el gas inerte en detrimento de la comodidad térmica. Cuanto mayor sea el aislamiento acústico de un acristalamiento, mayor es el confort, con el consiguiente impacto positivo en el bienestar y la salud. El vidrio laminado acústico consta de dos láminas de vidrio ensambladas con dos o más capas intermedias “acústicas” de PVB (polivinilbutiral).

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