Usar el color para redifinir los espacios
Usando la pintura de maneras específicas se puede cambiar la percepción que se tiene de una habitación.
- Ampliar la habitación
Esta sensación de puede producir al usar colores claros en los muros, lo que ayudará a reflejar la luz y generará el sentimiento de amplitud que se desea.
- Compactar el espacio
En este caso contrario, los colores más fuertes, oscuros, son la mejor opción. De esta manera se generarán espacios más pequeños y acogedores, ya que los colores absorberán la luz.
- Rebajar el techo
Este efecto de percepción puede ser posible gracias a pintar el techo de un color más fuerte que las paredes, o bien, dejar la textura del material expuesta. Esta acción hará parecer que el techo está más abajo de lo que realmente es, provoca un sentimiento de refugio o protección.
- Mayor altura
Muchas veces, se busca el efecto contrario. El hecho de pintar las paredes de un color más oscuro y el techo dejarlo en blanco, produce el efecto de que se encuentra a una altura mayor, “estirando el espacio”, y quitando la posible sensación de que un espacio es demasiado pequeño.
- Espacios anchos
Este efecto se consigue pintando la pared posterior y el techo del mismo color y las paredes laterales de colores más claros. Se logrará una habitación que parezca más ancha y espaciosa.
- Espacios estrechos
Por el contrario, cuando se busca equilibrar la habitación, se puede aplicar la técnica contraria. Pintar las paredes laterales de un color oscuro, dejando la pared posterior y el techo de colores claros, generarán un espacio estrecho y más simétrico.
- Intimar el espacio
Cuando el objetivo es hacer que los espacios se vean más estrechos, la técnica está en pintar la pared posterior de un color más oscuro, dejando las paredes laterales y el techo de colores más claros.