Una toronja innovadora en el JFK

Publicado en: | 8 julio, 2021

Los primeros aeropuertos construidos en el siglo XX eran vulgares cajas, edificios cuadrados con torres en alguno de sus costados.

Aunque hay excepciones honrosas como el aeropuerto de Copenhague construido en 1936 o el de Fuhlbuttel en Alemania, que data de 1929. Uno de los arquitectos del equipo de Saarinen recuerda que en la etapa en la que trataban de encontrar la forma ideal, una mañana, mientras desayunaba, Eero tomó la cáscara de su toronja y vio en ella la concha que coronaría su terminal. Empujó abajo desde el centro, abultando así la fruta para lograr la depresión que necesitaba.

Ese fue el origen de la forma de “ cáscara”. Se utilizaron tres diferentes tamaños y configuraciones de doblado y curvado para la terminal de TWA del JFK.

“ Hemos desarrollado”, diría Saarinen, “ una línea más fluida para el puente que conecta los balcones, las escaleras que conducen a ellos y las superficies de todo el conjunto.

El proyecto se hizo primero con modelos a escala y más de 130 planos con los detalles de las costillas que darían forma final al concreto.

Desde su concepción, la terminal de la TWA tuvo la idea de incorporar diversas novedades que con el tiempo se convertirían en prácticas habituales en todos los aeropuertos del mundo. Algunas de esas innovaciones fueron el check-in, un circuito cerrado de televisión, un sistema de bandas transportadoras para el equipaje, una pantalla electromecánica para anunciar los vuelos y las siempre temibles básculas para pesar nuestro equipaje.

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