Trabajabilidad de maderas duras

Publicado en: Noticias | 3 mayo, 2022

Las características de la madera varían según la especie del árbol, e incluso dentro de la misma especie, por las condiciones del lugar de crecimiento.

Las maderas duras son aquellas que proceden de árboles de un crecimiento lento, por lo que son más densas y soportan mejor las inclemencias del tiempo que las maderas blandas. Estas maderas proceden, por lo general, de los árboles de hoja caduca, pero también pueden ser de hoja perenne, que tardan décadas, e incluso siglos, en alcanzar el grado de maduez suficiente para ser cortadas y poder ser empleadas en la elaboración de muebles o vigas.

Las maderas duras son mucho más caras que las blanda, debido a que su lento crecimiento provoca su escasez , pero son mucho más atractivas para construir muebles con ellas. algunos árboles que se catalogan dentro de este tipo son: el encino, roble, nogal, arce, carpe, teca, lapacho, etc.

Las maderas duras llegan a pesar hasta 1000 kg/m3, mientras que las blandas pesan menos de 600 kg/ m3. Esto se refleja en las condiciones de resistencia y en la calidad estética.

Comprender los desafíos de trabajar con maderas duras puede ahorrar tiempo, energía y recursos económicos, evitando que un proyecto se convierta en una tarea desafiante e imposible. Para proyectos de renovación en los que la madera existente ya está envejecida, el encino secado –al aire o al horno– suele ser una mejor opción. Ya que tendrá un aspecto “pre-envejecido”, más consistente con la carpintería existente. Debido al menor contenido de humedad (de 20% a 30% para secado al aire; y de 8% a 10% para secado al horno) será más difícil trabajar con él, por lo que antes de secar, la madera se cortará en longitudes específicas. El secado también lleva tiempo, por lo que si se agotan los suministros, puede ser difícil reemplazarlos sin una espera considerable.

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