Texturas en cocinas

Con el fin de conseguir espacios con impacto estético e innovación en el diseño, se pueden buscar combinaciones en otros elementos, como los relieves y las texturas.

El acabado liso de los recubrimientos cerámicos puede funcionar con el estilo industrial y los tonos blancos tradicionales; en esa combinación se consigue un efecto elegante, el clásico de los recubrimientos de cocina. Sin embargo, las tendencias actuales modifican la racionalidad y la tradición en los diseños de cocina. Hoy los cerámicos se imprimen con degradados y texturas que semejan otros recubrimientos y multiplican la gama de sensaciones.

Por otra parte, las diferentes texturas en los recubrimientos cerámicos permiten mayor gama de combinaciones con el menaje de las cocinas. El material del mobiliario influye en la selección del acabado de los muros; esto no quiere decir que se requiera una sola textura para todo el diseño de la cocina, sino que cada material exige algunas combinaciones para permitir armonía en el diseño.

Involucrar texturas en los acabados de los muros también implican una sensación de movimiento en el espacio.

Al utilizar distintas texturas en los recubrimientos, los acabados cobran dinamismo y producen la sensación de un ambiente más amplio. Los estilos no importan en este caso; se puede obtener un enfoque moderno o uno rústico con ambas combinaciones de texturas, ya que los relieves pueden existir en distintas tonalidades y colores, aspecto en el que ahondaremos más adelante. De esa manera, la conjunción de texturas se añade como una variable muy estética para cambiar las sensaciones tradicionales en el diseño de cocinas.

Ahora bien, el detalle del mobiliario suele ser uno de los factores más importantes para elegir los acabados en los muros de cualquier habitación. El diseño de interiores es una actividad integral, que involucra todos los elementos y sólo se consigue con una distribución orgánica de los mismos. Por esta razón, el diseño se debe forjar al mismo tiempo que la selección de los muebles o, en caso de una remodelación, adaptarse a todas las texturas y exigencias de los electrodomésticos y el menaje. Lo mismo sucederá con los colores y las distintas tonalidades de todo el espacio, por lo que también conllevan factores como la luminosidad que ingresa, así como la forma de la habitación.

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