Terminal de la TWA en el aeropuerto JFK

Publicado en: Noticias | 19 julio, 2021

Esta edificación abrió sus alas en plena era atómica para trascender tiempo y espacio.

Se convirtió así en un espacio de culto y referencia obligada del diseño de los mejores años del siglo XX

En 1959, por primera vez, la mayoría de las personas que cruzaron el océano lo hicieron por aire y no por mar. Ese mismo año, inicia la construcción de la terminal de Trans World Airlines en el aeropuerto Idlewild, que fue rebautizado como John F. Kennedy en 1963. Son los años de la Postguerra en EU, tiempos que combinaron el desarrollo económico y tecnológico, para impulsar industrias como la aviación comercial. Por primera vez, el ciudadano estadounidense promedio tenía la posibilidad de comprarse un pasaje de avión e irse de vacaciones a lugares remotos, inimaginables y exóticos.

En el aeropuerto previo al JFK, ciertas aerolíneas grandes como American Eastern o Pan Am, tenían sus propias terminales, mientras que el resto de las compañías compartían el edificio de llegadas internacionales también utilizadas por las aerolíneas extranjeras.

Transborde hacia el futuro

En medio de esta vorágine aeronáutica, era una práctica común que las grandes aerolíneas intentaran eclipsarse entre sí con el diseño y arquitectura de sus terminales. Esto se podía constatar muy claramente en la llamada “Terminal City”: 5 hectáreas subdivididas en lotes separados para las diversas aerolíneas. El área reservada para TWA estaba justo en medio, en el mismo eje que la entrada del aeropuerto, algo que es imposible apreciar ahora debido a las numerosas expansiones y renovaciones que ha experimentado el aeropuerto, pero en aquel tiempo fue clave para demostrar su innovadora propuesta arquitectónica.

Cuando Ralph Dawson, entonces presidente de esta aerolínea extinta en 2001, quiso expresar lo que quería ver en su terminal, habló de un edificio que “capturara el espíritu del vuelo, no un lugar estático, sino un sitio de movimiento y transición”.

El proyecto, con todo y esta exigencia, se le designó a la oficina en Detroit del arquitecto Eero Saarinen, quien nació en Finlandia pero emigró a EU junto con su familia cuando aún tenía 13 años.

¡Busca más novedades y productos en nuestra edición de julio!