Sofía Aspe: el diseño de nuestras vidas

Sofía reconoce la importancia actual del interiorismo y su potencial en el área comercial.

“Hay grandes oportunidades para el interiorismo en los proyectos comerciales. El diseño de interiores es relevante hoy más que nunca, ya sea para una tienda, una chocolatería o un hotel. Hoy en día, el cliente de un restaurante espera ser sorprendido por el diseño de interiores, más allá del servicio o la comida. Una silla con buen diseño, cómoda, se vuelve igual de importante que el platillo que se va a degustar o el servicio del mesero. En mi estudio cada vez intervenimos más proyectos comerciales; estaurantes, hoteles, tiendas, una chocolatería y un salón de belleza, por mencionar algunos”.

Lo mismo que con otras disciplinas, estos tiempos de emergencia sanitaria nos obligan a revalorar el papel del interiorismo. “El Covid-19 nos recordó cuán importantes son el interiorismo y la arquitectura. Más allá de ser una guarida que nos proteja del exterior, nuestra casa debe generarnos paz, gozo, alegría y recordarnos quiénes somos, qué amamos y atesoramos. También nos ayuda a conectar con nuestros seres queridos, así como a realizar diferentes actividades, pues la casa sustituyó a escuelas, iglesias, oficinas y gimnasios”.

Compromiso ecléctico

Hablando de crisis y escenarios complicados, Sofía nos pone los pies en la Tierra: “México está pasando por una época económica compleja debido a la situación actual provocada por el Covid-19. Por ello, la industria del interiorismo y la de la construcción enfrentan grandes retos. El interiorismo suele asociarse con un sector de lujo. Por lo mismo, es una de las primeras cosas que la gente recorta cuando la situación económica se agrava. Tenemos que reinventarnos y buscar opciones más económicas de materiales, de acabados, de mobiliario sin sacrificar la calidad ni el diseño. También creo que debemos mantener bajos nuestros precios, para poder seguir siendo competitivos.”

Para seguir hablando de nuestros turbulentos tiempos, le pedimos que nos proporcione algunas claves para la armonía en medio del caos. “En el estudio trabajamos con todo tipo de estilos, siempre aportando nuestro sello personal, pero con la flexibilidad de podernos mover de lo tradicional, a lo retro, a lo contemporáneo o a lo ecléctico. Este último estilo, el eclecticismo, es sin duda uno de mis favoritos”.

“La palabra ‘eclecticismo’ viene del griego eklego, que significa escoger. Define la actitud de compaginar diferentes estilos históricos. Es decir, no seguir un solo estilo, ni una sola época o tendencia. Se necesita libertad, independencia y conocimiento para poder mezclar piezas de distintas eras, estilos y valores, dentro de un mismo espacio. No se trata de mezclar por mezclar, sino de encontrar la armonía y la contraposición entre objeto y mobiliario. Mezclar lo simple con lo sofisticado, lo formal con lo informal, lo suave con lo rígido, lo sutil con lo protagónico. Este diálogo de elementos, aporta personalidad y carácter a un proyecto. Además de lograr que nuestros proyectos no se parezcan a ningún otro”.

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