Silla Barcelona Van der Rohe & Lilly Reich

Publicado en: Noticias | 22 febrero, 2022

La silla Barcelona estuvo inspirada en las antiguas “sella curulis”, utilizadas en la época romana como símbolo de poder.

Se comercializó inmediatamente después de su presentación en el Pabellón Alemán en Barcelona; sus proporciones (perfectamente estudiadas) y su diseño elegante la convirtieron en un auténtico artículo de exposición alcanzando una proyección internacional sin precedentes en aquel momento. Sin embargo, su complejo y costoso proceso de fabricación (prácticamente todo era hecho a mano), hicieron que Mies van de Rohe la rediseñara en 1950 para su producción en serie. Actualmente, la firma estadounidense Knoll, la vende en más de 5 mil euros.

Especialmente creada para el Pabellón, la Silla Barcelona es una pieza de mobiliario atemporal por su diseño y un clásico del siglo XX por mérito propio. Su forma se basa en la sella curulis, un tipo de silla utilizada por los magistrados de la Antigua Roma. El diseño original, antes de que apareciera el acero inoxidable y la soldadura, constaba de dos estructuras metálicas atornilladas en forma de X para formar cuatro patas, además de un cojín de piel de cerdo color marfil. En 1950, el propio van der Rohe la rediseñó usando nuevos materiales para crear un marco de una sola pieza de metal: líneas simples y pulcras, tal como la conocemos actualmente, ya que aún se produce.

Silla Barcelona de Mies Van Der Rohe, por Elena Calvo. – Interipedia

“Esta silla me costó más que el Pabellón.” – Ludwig Mies van der Rohe.

Otro de los accesorios arquitectónicos que se incluyeron en el Pabellón de Barcelona, es la escultura sobre el estanque. Esculpida por el artista –también alemán–, Georg Kolbe, se trata de una mujer con los brazos en alto, al más puro estilo clásico. Su reflejo en el agua, el mármol y los cristales a su alrededor, generan la sensación de que su imagen se multiplica infinitamente en el espacio. Las líneas curvas de la escultura, contrastan con la serenidad y sobriedad del edificio. Esta combinación de las líneas rectas del edificio y las curvas de esta escultura, da como resultado un juego interminable de geometría pura que flota por todo el recinto.

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