Certificación de la madera
Talar un bosque no es necesariamente sinónimo de daño a la naturaleza. Sin embargo, el certificado de la madera da una garantía de que la madera se obtiene de forma legal
La deforestación es un grave problema que arrasa bosques y selvas de todo el planeta. Sin embargo, talar un bosque no es, necesariamente, dañar la naturaleza; si se gestiona con criterios de sostenibilidad garantizando su superveniencia a largo plazo, la tala es sólo una parte del proceso de regeneración del bosque. Por ello, para garantizar a los consumidores que los productos derivados de la madera proceden de bosques gestionados con criterios medioambientales, existe la certificación forestal.
El certificado de madera garantiza que se obtuvo de forma legal de bosques con una explotación controlada. Es una garantía forestal, la cual se obtiene mediante un proceso en el que las autoridades competentes pueden revisar la forma de gestionar la explotación de un bosque. Así se exigen ciertos criterios y si se cumplen, la madera puede portar un sello que indica que es madera certificada.
- Durabilidad natural. Madera altamente resistente al ataque de hongos e insectos. Probablemente no resistente a perforadores marinos.
- Distribución geográfica. México, América Central y Caribe.
Cabe mencionar que la madera es higroscópica, es decir, tiene la capacidad de absorber humedad del medio circundante. La humedad dentro de la madera se denomina contenido de humedad y responde a los cambios en el nivel de humedad ambiente. Es sumamente necesario darle un óptimo mantenimiento.
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