Renovar la pintura: proteger espacios

Pintar un inmueble oportunamente minimiza los daños al interior de su propiedad, pero sobretodo al exterior, reduciendo también la necesidad de trabajos preparatorios como raspar pintura descascarada, calafatear sellos o reemplazar tejas, madera o herrería.

Minimizar la necesidad  de trabajos de preparación reduce también los costos de pintura. La mayoría de las casas se deben pintar cada 7 a 10 años pero el período de tiempo varía según el material y la región en donde se ubica el inmueble. Por ejemplo, los revestimientos de paneles de fibra de cemento deben ser repintados cada 10 a 15 años, pero los revestimientos más tradicionales necesitan ser pintados con más frecuencia. En áreas con luz solar intensa, los revestimientos de estuco, vinilo o aluminio deben pintarse aproximadamente cada cinco años.

Emprender la tarea de pintar nuestra propiedad requiere de la pericia de un técnico bien capacitado y con la suficiente experiencia. 

Elementos de protección

Lo primero que todo pintor profesional debe realizar es proteger correctamente los espacios antes de pintar. De este modo evitaremos daños en el inmueble y no tendremos que dedicar tiempo extra a labores de limpieza. Aunque parezca una tarea sencilla, muchas veces no se realiza con el esmero necesario y no se utilizan los productos de protección adecuados. Por ejemplo, los plásticos comunes son realmente resbaladizos y las gotas de pintura pueden extenderse por toda la habitación si alguien las pisa. Una mejor opción son los papeles adhesivos que se adhieren a cualquier tipo de suelo, son antideslizantes, absorben las gotas de pintura y se retiran fácilmente.

Lona de plástico

La lona de plástico es el material imprescindible para proteger los muebles y el suelo. La lona de protección suele ser de plástico y resulta de gran utilidad para cubrir grandes áreas, pero no es muy estable razón por la que se recomienda complementar su uso con cinta adhesiva. Al pintar una habitación, no se moleste en sacar todos los muebles del lugar. Mejor, empuje todos los muebles hacia el centro de la habitación y luego cúbralos con lonas de plástico pegadas en la parte inferior. Esto protegerá los muebles de los goteos y salpicaduras de pintura, y también de todo el polvo del lijado.

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