Protección y mantenimiento en superficies de madera
La protección de la madera contra agentes externos, sobre todo de la irradiación solar y la lluvia, resulta fundamental para su conservación y buen mantenimiento.
La madera es higroscópica, es decir, tiene la capacidad de absorber humedad del medio circundante. La humedad dentro de la madera se denomina contenido de humedad y responde a los cambios en el nivel de humedad ambiente. El resultado de estas interacciones con el ambiente, genera grandes tensiones en la madera y en las juntas que sostienen piezas de madera. Las tensiones causan la división, la comprobación, la deformación y el debilitamiento de las articulaciones. Un acabado de superficie, como son los barnices, ralentiza el intercambio de humedad, reduciendo así las tensiones y estabilizando la madera. Como regla general, cuanto más grueso es el revestimiento de acabado, mejor limita el intercambio de humedad.
El barniz de poliuretano se encuentra entre las opciones de mayor resistencia y durabilidad para el cuidado de la madera.
Considerando la penetración alcanzada por el elemento protector en la madera, los tipos de protección se clasifican en: superficial, media y profunda. En la protección superficial la penetración media alcanzada por el protector es de 3mm, siendo la mínima de 1mm, en cualquier punto de la superficie impregnable tratada. En la protección media la penetración alcanzada por el protector es superior a 3mm, sin llegar al 75% de la parte impregnable. Y por último, en la protección profunda la penetración media alcanzada por el protector, es igual o superior al 75% de la parte impregnable.
La radiación solar actúa sobre los recubrimientos, sobre todo los rayos ultravioletas e infrarrojos. Los rayos ultravioleta degradan progresivamente las resinas del producto de acabado, principalmente aquellas que no están protegidos por los pigmentos. Los rayos infrarrojos tienen una acción indirecta al producir un recalentamiento de la superficie de madera.
El barniz es un producto de vital importancia para los recubrimientos y los muebles de madera, ya que forma una capa de protección contra distintos organismos, así como rozaduras, fricción y rasguños. Es una manera muy efectiva de alargar la vida útil de la madera, sin mencionar que provoca un gran impacto estético con el brillo que le imprime a las superficies.
Por otro lado, los materiales poliméricos, mejor conocidos como plásticos, tienen una importante diversidad de aplicaciones, pues aportan mejoras para herramientas de distintos sectores. En el caso del poliuretano, se destaca una gran variedad de usos, desde barnices y pinturas hasta techos industriales y residenciales. Su capacidad aislante y resistencia convierten al poliuretano en una excelente opción para emplearse en el sector de la construcción.
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