Pintura arquitectónica, soluciones integradas
La pintura arquitectónica es aquella que se utiliza para la decoración y protección de edificios residenciales, comerciales e industriales.
De éstas derivan las pinturas látex base agua, que engloban la vinílica, vinil acrílica, estireno acrílica y acrílica cien por ciento; igualmente están las pinturas base solvente o también conocidas como pinturas de esmalte base solvente.
La pintura está compuesta de sustancias que ayudan a que cumpla su función de manera eficiente, dentro de los que destacan los pigmentos, encargados de brindar color y opacidad; los aglutinantes, que retienen los pigmentos para que éstos se adhieran mejor a la superficie a pintar; los disolventes, sustancias encargadas de la disolución del aglutinante. En la pintura arquitectónica se encuentra la pintura látex base agua y la pintura base solvente, cumpliendo cada una con una función específica, dependiendo de la superficie en la que se va a aplicar, al igual que las condiciones climáticas.
Tipos de pintura:
En la pintura arquitectónica encontramos clasificación de dos tipos: pintura látex base agua, donde se encuentran la pintura vinílica, la cual es de secado rápido; no es inflamable; sus pigmentos están contenidos en una emulsión de polímero acrílico; son solubles al agua pero, una vez seca, es resistente a ella; es de fácil aplicación con brocha y rodillo. Esta clase de pintura es ideal para muros, techos y adornos en cualquier superficie seca; además su limpieza es sencilla, pues con sólo agua y jabón basta.
Vinil acrílica: su uso se destina a muros de concreto, de yeso, incluso en madera o tabla roca, en interiores y exteriores. Es de fácil aplicación y larga duración; su acabado es mate y uniforme. Tiene buena adherencia y humectación, pero no resiste los ácidos ni álcalis.
Estireno acrílica: el estireno es un material resistente y moldeable que, al mezclarse con el acrílico, su función como pintura es de larga duración; es de fácil aplicación e ideal para exteriores e interiores.
Acrílica cien por ciento: existen presentaciones que nos garantizan alta resistencia a la alcalinidad del cemento, excelente resistencia al lavado, manchado de gis y decoloración.
El sustrato ideal para emplear la pintura arquitectónica es el concreto, la madera y paneles de yeso.
Un error que frecuentemente se comete a la hora de pintar un área es no tener en cuenta el material y la superficie de ésta, ya que de ello dependerá el tipo de pintura a comprar, así como la cantidad, pues la pintura no debe rebajarse más del diez por ciento de su totalidad para que no pierda efectividad. El sustrato ideal para emplear la pintura arquitectónica es el concreto, la madera y paneles de yeso. En este sentido, las pinturas base agua se aplican en sustratos porosos como son el yeso o madera, debido a las características antes mencionadas, estas pinturas no se pueden aplicar en metal porque su adherencia no es suficiente para este sustrato. Si lo que queremos es pintar metal, podemos usar esmaltes alquidálicos base solvente o esmaltes base agua acrílica o estireno acrílico, que permiten su adherencia al metal y corrociones en él.
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