Materiales para mantener los espacios frescos
Las altas temperaturas en un espacio representan, muchas veces, un factor de incomodidad para los habitantes. ¿Qué materiales de construcción ayudan con este problema y sustituyen al aire acondicionado?
Materiales densos como la piedra, el concreto y la tierra tienen propiedades que les permiten actuar como un buen aislamiento frente al calor. Incluyen una buena conductividad térmica (capacidad de volver a liberar el enfriamiento pasivo), transmisión lenta de calor, menor redistribución de calor y alta capacidad de almacenar calor.
La resistencia térmica que poseé un material se mide por el “Valor R”. A mayor valor, más resistencia al calor y mayor efectividad de un aislante. El poliestireno, la espuma de poliuretano y la espuma fenólica son ejemplos de aislantes térmicos que tienen valores R altos.
También se pueden implementar materiales naturales como los techos verdes o muros con vegetación, que proporcionan sombra, eliminan el calor del aire y reducen la temperatura de los techos y muros.
En realidad, el aislamiento de calor puede partir desde la elección del vidrio para las ventanas. Hay que poner atención en el coeficiente de ganancia de calor solar (SHGC) de este material y que, entre más bajo sea el coeficiente menos calor transmite y más será más frío el interior del edificio.