Mantenimiento del estuco
El estuco no sólo tiene la finalidad estética, como tal, sino que también refuerza los muros, al tiempo que los impermeabiliza, evitando la formación de humedad y moho.
Al igual que la mayoría de acabados, para aplicar el estuco es necesario contar con los muros preparados, para conseguir una mejor adherencia conviene limpiar y eliminar cualquier irregularidad que posea la superficie, habrá que tapar con masilla los huecos y desperfectos que tenga y lijar la pared hasta que permanezca totalmente uniforme y lisa de esta forma se garantizará la perfección del acabado.
Después habría que extender la primera capa de estuco sobre la pared, debe ser una capa muy fina y se extenderá con una llana de acero. Sin dejar secar la primera capa, se aplica la segunda moviendo la llana en diagonal. Cuando hallan secado estas dos capas, se añadirá estuco en forma de manchas y en diferentes tonalidades dependiendo del efecto y el diseño que se necesite. Al final, se aplicará cera final con movimientos circulares para sacar el brillo y textura.
Es necesario mantener el estuco limpio, para alargar su vida estética.
Es fácil preservar un estuco por muchos años, pero se requiere vigilar la aparición de fisuras antes de que se conviertan en grietas. Es importante mantenerlo aislado de la humedad, tanto en la pared como en la superficie que vemos, en la pared mediante un aislamiento impermeable y en la superficie con una capa protectora de cera. El estuco es fácil de limpiar, sólo requieres rociar un poco de agua y fregar con un trapo suave. Puedes usar jabón si así lo deseas. Es importante limpiar la superficie lo más pronto posible tan pronto nos demos cuenta de la presencia de alguna mancha o suciedad, ya que, en caso contrario, la superficie podría mancharse. Los contratistas estarán acostumbrados a trabajar con ciertas mezclas y productos, por lo que si está atado a un determinado acabado o apariencia, asegúrese de que su contratista tenga experiencia con él.
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