Madera: razones para protegerla
Aunque la madera es un material natural, poroso y adaptable a las condiciones de temperatura y de humedad del entorno en el que se instala, lamentablemente, sin un recubrimiento adecuado, puede secarse, agrietarse, perder su tono natural y deteriorarse.
No sólo los insectos que se refugian y comen de la madera son sus enemigos, cuando se instala la madera en el exterior, sin un tratamiento protector, el sol puede acabar con su color y resecarla. Así mismo, el agua y la humedad le ocasionan daños severos ocasionando que se hinche y se deforme. La misión principal de los tratamientos de protección –aceites, recubrimientos, pinturas o barnices- es cubrir la madera de forma homogénea y dejar pasar el vapor de agua: tanto hacia el interior como al exterior. Cuando el vapor de agua procedente del interior no puede migrar al exterior, la madera se mantiene permanentemente húmeda y empieza a pudrirse.
Si bien hay muchas especies de maderas duras aptas para pisos, y cada una tiene su propia apariencia y belleza, todas comparten una cosa en común: necesitan un acabado protector.
La madera es higroscópica, es decir, tiene la capacidad de absorber humedad del medio circundante. La humedad dentro de la madera se denomina contenido de humedad y responde a los cambios en el nivel de humedad ambiente. Por ejemplo, si se coloca madera seca en un área de alta humedad, ésta la absorberá y se hinchará; mientras que la madera con alto contenido de humedad, colocada en un clima relativamente seco, liberará humedad y se contraerá.
El resultado de estas interacciones con el ambiente, genera grandes tensiones en la madera y en las juntas que sostienen piezas de madera. Las tensiones causan la división, la comprobación, la deformación y el debilitamiento de las articulaciones. Un acabado de superficie, como son los barnices, ralentiza el intercambio de humedad, reduciendo así las tensiones y estabilizando la madera. Como regla general, cuanto m.s grueso es el revestimiento de acabado, mejor limita el intercambio de humedad.
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