Las maderas finas
Elemento arquitectónico y estructural
Es un material versátil que se puede incorporar con distintas funciones. Sin embargo, con el tiempo se han inventado nuevas técnicas de construcción y los distintos materiales suplieron a la madera en distintas funciones. De cualquier modo, hoy se sigue usando en el diseño de interiores y en la fabricación de muebles, en donde puede aportar su elegancia particular. Asimismo, la madera se caracteriza por su gran diversidad. Como elemento natural, hay muchos tipos de madera con diferentes pesos y cualidades que se adaptan a múltiples diseños y a las exigencias de cada persona.
Las maderas duras llegan a pesar hasta 1000 kg/m3, mientras que las blandas pesan menos de 600 kg/ m3. Esto se refleja en las condiciones de resistencia y en la calidad estética
Ahora bien, precisamente esa gran variedad vuelve más importantes los criterios de selección. Las consideraciones en cada tipo de madera pueden potenciar las características de un diseño, así como aportar nuevas cualidades. Si bien la calidez y la calidad son constantes en las diferentes maderas, también es cierto que hay diferencias entre colores y texturas, lo que puede favorecer ciertas características. En esta ocasión pretendemos hablar de esas maderas finas, sus cualidades y cómo incorporarlas a un diseño.
La clasificación tradicional de las maderas distingue sus características y su calidad. El peso es el elemento distintivo entre estos dos tipos de madera. Las duras llegan a pesar hasta 1000 kg/m3, mientras que las blandas pesan menos de 600 kg/m3. Esto se refleja en las condiciones de resistencia y en la calidad estética de las primeras, ya que provienen de árboles que requieren de un crecimiento prolongado para talarse. Del mismo modo, las duras son más costosas por todos estos motivos.
No obstante, más allá de esta clasificación existe un tercer rasgo en cuanto a los tipos de maderas, las que se denominan maderas finas. Su uso no es tan generalizado, sino que se concentra en detalles y remates en la fabricación de muebles y en los diseños de acabados interiores. Algunas maderas que encajan en estas características son el ébano y el sándalo. De hecho, del nombre del primer árbol surge la ebanistería, que consiste en el tratamiento y la manipulación de maderas finas o exóticas. Si bien las maderas blandas, también llamadas coníferas, son más utilizadas en el sector de la construcción por su maleabilidad, la calidad de las maderas finas contribuye a la elegancia y la estética de un espacio, sin mencionar el valor que puede aportar a un inmueble.
Ahora bien, uno de los elementos más importantes para distinguir la resistencia de las piezas de madera es la orientación de la fibra. Ésta consiste en las células que se forman en la corteza. Esos rastros forman líneas visibles, las cuales si forman un eje longitudinal paralelo al eje del tronco, implican mayor resistencia mecánica, facilidad de corte y menor propensión a torcerse. De esta manera, al observar el eje de la fibra se pueden anticipar algunas de sus propiedades mecánicas. En caso de que la fibra tienda a formar un eje perpendicular, es muy probable que esa madera no presente la resistencia necesaria para usarse en el sector de la construcción.
Del mismo modo, existen algunos otros elementos que debemos tomar en cuenta para su uso. Por ejemplo, el formato en el que se requiera la madera. Las vigas y las tablas son los formatos más comunes de distribución en el mercado. Las primeras son piezas de sección rectangular o cuadrada de 4 a 10 m de longitud, mientras que su ancho y su grueso van de los 15 a los 35 cm. En las segundas predomina el ancho sobre el grueso; de hecho para su fabricación se suele utilizar una referencia de 10 a 1, en relación del primero sobre el segundo.
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