La madera en el diseño interior
Las maderas más exóticas pueden complementar el diseño de múltiples maneras.
El ébano es una de las maderas más finas en el uso de muebles. Por otra parte, el sándalo se utiliza en adornos pequeños, por lo que conviene utilizar el formato de moldura. También son especialmente llamativos en los marcos de puertas y ventanas. Una opción más es la madera de teca, que invoca el esplendor de los climas tropicales. De hecho, es el árbol nacional de Filipinas, de donde es originario. Sus tonos verdes, amarillos y marrones, se adaptan muy bien a la construcción de puertas y ventanas, así como en la fabricación de muebles. Esta madera tiene la particularidad de que, conforme envejece, adquiere tonos grises y plateados.
El uso de la madera en muebles o puertas es verdaderamente un placer, ya que sus tonalidades y texturas realzan diversos estilos con elegancia.
No obstante, estas maderas finas se pueden emplear con muchas variantes. En realidad, su incorporación en el diseño depende de la idea de cada arquitecto o interiorista, así como de las propiedades que se quieran resaltar en determinados espacios.
La intención es que el flujo de todo el espacio se logre de manera sutil y agradable a todos los sentidos, sin importar las tendencias en los usos de cada madera. Lo importante es que funcionen en conjunto y colaboren en el diseño. Una manera de hacerlo es enfocar algún estilo particular y, a partir de él, construir los espacios. Presentamos algunas opciones que servirán a este propósito.
Industrial: Con este nombre se conoce a un estilo vintage, con una apariencia sobria y elegante. Se caracteriza por el uso colores y tonalidades oscuros, que pueden adaptarse al uso de maderas duras. La estética de este estilo se basa en elementos casi desgastados, por lo que le viene bien la madera de más edad, que, como vimos, adopta más oscuridad con el paso del tiempo.
Casa de campo: Este estilo también se puede denominar rústico moderno. Es el recuerdo de aquellas casas de campo, cuyo componente natural era la madera. Los elementos suelen ser más ligeros que en el estilo industrial, y resaltan los tonos blancos y las cafés más claros.
Moderno: Los diseños modernos equivalen al proceso de urbanización. Por la práctica que incitan estos estilos, suele priorizarse la elegancia y las composiciones minimalistas. Este estilo combina el efecto de una decoración personalizada con la sobriedad en los muebles.
Mediados de siglo: Este estilo recuerda las tendencias del periodo comprendido entre la década de los treinta y la de los sesenta. Los aspectos pulcros de las paredes y techos se basaban en estilo clásico que privilegiaba lo funcional.
Ciertamente, existe una amplia variedad de estilos interiores diferentes, pero la madera se puede incorporar en muchos de ellos con armonía y efectividad estética. El uso de maderas finas, además, provee de mucha personalidad a los espacios. Ya sea en muebles o en acabados, la madera seguirá vigente con su particular elegancia y su calidez tradicional.
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