La fuerza del concreto aparente
La fuerza, la resistencia, pero sobre todo la capacidad de adaptarse a distintos diseños, convierte al concreto aparente en un material óptimo e innovador para el diseño de espacios interiores.
Tal vez lo primero que resalta en esta imagen es su buena iluminación, o la bella combinación de los colores, o incluso el detalle de la presencia natural en el fondo del espacio; sin embargo, hablaremos más bien de la presencia del concreto aparente, pues su textura le da un toque sutil al espacio, quizá difícil de percibir.
La dureza del concreto aparente lo vuelve un material de mucha resistencia, y con esa intención se usa en acabados exteriores; no obstante, esas mismas cualidades lo convierten en un elemento neutro que puede combinar fácilmente con muchos colores y texturas. En esta imagen la manera en que se integra al espacio se debe a la mimetización del color en las cortinas y el sillón frontal. Sin embargo, la versatilidad del concreto permite que se integre con iguales resultados en espacios muy diferentes.
El concreto es para los arquitectos un fetiche, uno de los materiales preferidos y, poco a poco, queda claro que su desnudez resulta totalmente seductora a los ojos de cualquier interiorista.
Hoy, el concreto aparente crea espacios que se muestran naturales o crudos, por lo que se acoplan a varios estilos tanto rústicos como modernos, con gran equilibrio en el resultado. Por sus tonos naturales y texturas, el concreto se puede aplicar en interiorismo con gran versatilidad al diseñar, se adaptan a otros materiales como el hierro, las piedras o las maderas. Se utiliza en una amplia gama de proyectos y edificios, desde comercial hasta residencial, y ofrece al arquitecto una gran libertad para generar resultados llamativos.
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