La cerradura electromagnética
Una buena cerradura es un maravilloso primer paso para evitar que, intrusos o personas no autorizadas, accedan a ciertas áreas o espacios de nuestro inmueble. El mercado tiene muchos tipos y modelos de cerraduras; domésticas y comerciales, hoy abordaremos una muy popular: la cerradura electromagnética.
Estas cerraduras son accionadas por un electroimán que permite la apertura de los cerrojos de las puertas y, muchas veces, sirven como complemento al portero electrónico (interfón). Normalmente la porción de electroimán de la cerradura está unida al marco de la puerta, mientras que una placa de armadura de acoplamiento queda unida a la puerta en sí.
El uso de las cerraduras electromagnéticas para el control de accesos de puertas a distancia, se ha incrementado notablemente desde hace unos años, sustituyendo a las tradicionales cerraduras de llave; sobre todo en ámbitos de la industria, comercio y hotelería. Estas cerraduras son accionadas por un electroimán que da apertura de los cerrojos de las puertas, y muchas veces sirven como complemento al portero electrónico (interfón).
Las cerraduras electromagnéticas son fáciles de instalar, ya que se integran de dos componentes principales: electroimán y placa de armadura.
Normalmente, la porción de electroimán de la cerradura está unida al marco de la puerta y una placa de armadura de acoplamiento, está unida a la puerta. Los dos componentes están en contacto cuando la puerta está cerrada. Cuando se energiza el electroimán, una corriente que pasa a través del sistema, crea un flujo magnético que hace que la placa de armadura, atraiga al electroimán, accionando un bloqueo.
Para la apertura de cerraduras electromagnéticas, no interactúan ningún sistema o manija instalado en la puerta. Por lo que un botón de liberación, ubicado cerca de la puerta, corta el suministro de energía que bloquea su apertura. Este botón por lo general tiene un temporizador que, una vez que se pulsa, mantiene el sistema desbloqueado de 15 a 30 segundos. Otros sistemas de control de acceso, basados en la cerradura electromagnética, son operados utilizando dispositivos periféricos complementarios; por ejemplo lectores de mano, huellas digitales, teclado o lector de tarjetas, todo para identificar al usuario y permitirle el acceso o no.
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