La Casa de Cascada- Frank Lloyd Wright (Parte 2)
“Creo que puedes oír la cascada cuando observas el diseño”
Las previsiones que tuvo Wright para erigir la estructura no fueron acertadas. Las tensiones trasmitidas a los muros, debidas principalmente por los voladizos, provocaron con el tiempo deformaciones y fisuras excesivas. Por ello, en 1995, la Junta de Conservación de Pennsylvania realizó un análisis estructural que hablaba de la gravedad del estado de las flechas en las vigas de la casa y el peligro que se corría de un colapso.
Se decidió entonces que la construcción debía ser apuntalada, lo que implicó costosas y extensas obras de reparación que, a la fecha, resultan insuficientes debido al continuo deterioro de la construcción. Wright concibió el diseño de la casa alrededor de la chimenea. Ése era el corazón de la casa, el lugar donde Edgar J. Kaufmann y su esposa Liliane quien también era su prima, pasarían momentos familiares e íntimos. Los cimientos de la casa son las rocas del lugar, algunas de ellas sobrepasan la primera planta para asomarse junto a la chimenea.
Vertical y horizontal
Aunque estas influencias pueden parecer demasiado tradicionales, la concepción de la Casa de la Cascada tiene muchos rasgos de la arquitectura moderna. Formada por la superposición de planos horizontales, la casa enfatiza dichos planos con grandes aleros y terrazas voladizas. A ellas hace contrapunto un elemento vertical único marcado por dos planos; la chimenea. Esta funciona como el eje articulador del resto de la construcción, cumpliendo además con un rol fundamental en el espacio principal de reunión que es la sala de estar.
La diferencia entre los planos verticales y horizontales se enfatiza con el uso de materiales diferentes. A los planos horizontales se les confirió una apariencia blanda y ligera, lo que muchos interpretan como una referencia a los paneles de papel arroz usados por los japoneses. Por su parte, los planos verticales tienen una apariencia más pesada y rígida, todo esto debido principalmente a la rugosidad y dureza de la piedra arenisca utilizada en estos planos. Los muros de piedra remiten a la naturaleza del lugar, en el cual “nace” la casa y se crea una atmósfera cavernosa, aunque cálida y protegida.
La casa de la cascada permanece como el ejemplo máximo de la arquitectura orgánica, un concepto que para Frank Lloyd Wright implicaba promover la armonía entre el hombre y la naturaleza a través del diseño integrado de forma natural con el entorno. Así sobrevive esta casa hasta nuestros días, mitad obra de arte, mitad arquitectura orgánica, pero siempre, prueba fehaciente de un logro inusitado.
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