Arquitectura del baño con más protagonismo

Para la arquitectura y diseño del baño se conjugan técnicas y arte, enfocados en satisfacer las necesidades de los consumidores dentro de su presupuesto y límites de espacio. 

La arquitectura de los baños se ha convertido en un reto profesional cada vez mayor, un aspecto muy importante dentro del diseño de interiores. Los baños, ya sean grandes o pequeños, deben estar bien pensados y correctamente ubicados; deben instalarse y funcionar teniendo en mente los múltiples usuarios, presentes y futuros del inmueble.

En los tiempos actuales, este espacio ha ganado protagonismos en las edificaciones residenciales, dejando de ser una simple área funcional equipada con lo básico, para convertirse ahora en uno de los espacios dignos de presumir por su diseño y arquitectura. Somos muchos los que deseamos que nuestros baños sean cada vez más eficientes y funcionales, pero al mismo tiempo anhelamos un espacio para nuestra relajación y disfrute, un área de paz y tranquilidad que nos brinde armonía para este singular y agitado estilo de vida de nuestra época. También es deseable que el diseño y la decoración del baño refleje nuestro estilo, pasiones y personalidad; todo esto junto, nos hará sentir muy orgullosos de este espacio, seguros de haber efectuado una buena inversión.

Debemos considerar que, en muchos casos, ha pasado la época en la que había un baño por cada dos dormitorios en las casas, por lo que todos tenían suficiente tiempo para usarlo. Ahora, los baños deben ser hermosos, pero simultáneamente deben aprovechar el espacio de manera más eficiente y servir a los usuarios de manera multifuncional. Se debe pensar en el disfrute de ese espacio para todos y cada uno de los usuarios: niños, adultos mayores, hombres, mujeres, adolescentes, personas con alguna discapacidad y, bajo esta premisa, considerar el desgaste y el uso intenso que tendrán las instalaciones y los materiales ahí expuestos. Los, aparentemente, mismos accesorios y materiales que se usan en el baño desde hace décadas, han tenido notables mejoras tecnológicas que debemos apreciar.

Vámonos ubicando
A nadie le gusta un baño húmedo y sombrío con mala circulación de aire, ya que no será nada agradable pasar mucho tiempo en este espacio, así que uno de los principios fundamentales será la adecuada ventilación e iluminación. Si está construyendo o remodelando un baño, se recomienda colocarlo en una pared exterior con ventanas; si las ventanas no son una opción, la instalación de un domo o tragaluz puede permitir el aire fresco y la luz natural, necesaria para que el espacio respire. Siempre que sea posible, evite ubicar el baño directamente en una de las habitaciones de mayor asistencia en la casa, como la cocina, la sala de estar o el comedor. Lo cual no quiere decir que deba sacarlo a algún pasillo lejano o al exterior de la casa, sino crear algún tipo de separación para romper la línea de visión.

Buena ventilación
Sin buena ventilación necesitaremos equipos complementarios para evitar que la humedad se acumule y haga que crezca el moho, provocando, por ejemplo, que la madera se hinche y se pudra. Ante esta situación la mejor alternativa es instalar un extractor de baño montado en el muro que conduce directamente hacia el exterior, y ventiladores de techo que extraen la humedad del hogar. Estos equipos eliminarán el exceso de humedad, olores e incluso esporas de moho que pueden provocar problemas de salud. Las normas de construcción requieren ventiladores de extracción, especialmente si no hay ventanas operables. Los ventiladores y extractores de baño, que ahora son muy pequeños y discretos, se han beneficiado de las nuevas tecnologías que los hacen más inteligentes, silenciosos y más eficientes que nunca; las características actuales incluyen luces activadas por movimiento o ventilación con intercambiador de calor.

El tamaño si importa
Ciertamente, y de manera injusta, los baños no siempre fueron considerados por arquitectos y constructores como áreas que se merecen la asignación de grandes cantidades de espacio y presupuesto. Hasta hace poco, para algunas personas este espacio de la edificación era sólo visto como un sitio donde se cumplen requisitos funcionales básicos, tal vez por esta razón se habían subestimado en diseño y arquitectura. Y no necesariamente por ser más grande el baño será mejor, sin embargo, debemos esforzarnos por asignar el mayor espacio posible; el equipamiento y la decoración lucirán más, y tenderemos siempre mejores alternativas de remodelación a futuro. Pero independientemente del tamaño del espacio, pensemos en grande, no escatimemos recursos y procuremos un diseño novedoso y disruptivo, pero siempre funcional. Y es que la verdad el gran diseño consiste menos en cómo se ve –aunque siempre es agradable cuando se ve fantástico– y más, en relación a cómo funciona.

Colores e iluminación
Para aprovechar al máximo la iluminación natural o artificial en el baño, siempre será muy aconsejable utilizar colores claros. El blanco es siempre la mejor opción, ayudará a reconocer rápidamente cualquier problema, además es un color energizante, pero también cualquier color claro funcionará. Son maravillosas las opciones de diseño que combinan múltiples tonos, ya que proporcionan textura y profundidad a la decoración, manteniendo la paleta de colores claros. La iluminación es el segundo elemento más importante para un baño, sobre todo si no hay suficiente iluminación natural. En este caso es recomendable utilizar focos en el techo, iluminación empotrada debajo de los gabinetes y con espejos a lo largo de las paredes; la luz se refleja en toda la habitación asegurando que no haya una sola mancha oscura.

Te invitamos a disfrutar el articulo completo en nuestra edición de agosto.