José Lew: arquitectura viva

En caso de que dicha capacidad de adaptación le funcione a la especie humana -y sus arquitectos-, y supere la actual crisis, le preguntamos si es que algo debe cambiar también en nuestra visión de la arquitectura futura.

“No debemos perder de vista que la arquitectura se vive. La arquitectura no son renders. Hacer un render no es saber proyectar. Esa es una excelente herramienta de visualización, pero también es importante expresar la idea en un croquis, por no hablar de que también hay áreas como la administración, que también son vitales para cualquier proyecto. Nosotros somos desarrolladores, constructores y proyectistas. Hay despachos que sólo se dedican a hacer proyecto y otros sólo construyen y está bien, pero mi sugerencia es que también se contemplen esas otras áreas de la profesión”.

“Seguimos siendo una empresa familiar que cuida mucho su equipo y se esfuerza por contar con gente valiosa, lo que no es fácil ahora”.

Para finalizar nuestra charla con José Lew, le pedimos que nos describa sus gustos o preferencias arquitectónicas y, además, nos revele quiénes son sus arquitectos favoritos o mayores influencias. “No me gusta catalogar las cosas, pero creo que nos hemos vuelto obsesivamente funcionales. Nos enfocamos en que todos nuestros proyectos funcionen muy bien, antes que nada. O sea, se tiene que ver increíble, debe tener buen uso y buenos materiales, pero, sobre todas las cosas, tiene que funcionar. El ser humano usa el espacio, lo va a caminar diario, se va a sentar y habitará esos espacios. En ese sentido, me gusta decir que nos clavamos mucho en el funcionalismo. En lo personal me gusta también mucho la arquitectura vanguardista y también la orgánica, pero no te puedo decir que es la arquitectura que hacemos en el despacho”.

Me gusta mucho la obra de Renzo Piano, de Norman Foster o de Tadao Ando, más que la de Frank Gehry o de Zaha Hadid, a quienes admiro muchísimo, pero siento que ese tipo de arquitectura pasa de moda e incluso puede llegar a ser cansada. En el despacho, siempre tratamos de que nuestros proyectos sean atemporales. Que pueda pasar el tiempo y no se vea viejo, que el material perdure y siga viéndose bien. Que envejezca bien, de acuerdo con el contexto urbano. En pocas palabras, que permanezca”. Así, con la idea de permanencia, esperamos mientras tanto nuestro siguiente número, para continuar conversando con otro talento ejemplar de la arquitectura actual.

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