Jardines interiores

Algunos de los elementos de diseño incluyen color, textura y forma. La vegetación hace un gran trabajo al proporcionar un toque de color llamativo, formas y texturas.

Los interioristas prefieren materiales verdes y naturales, gracias a que se logra una decoración atemporal, clave si se desea que el diseño interior perdure por mucho tiempo. Los productos sostenibles como la piedra natural tienden a encabezar la lista de estilos eternos. Si un espacio interior se abre a un jardín, puede crear una apariencia infinita utilizando la misma piedra por dentro y por fuera. Este diseño crea una sensación de espacio atrayendo la atención a través del espacio interior, hacia el exterior y más allá. Además del complemento arquitectónico que las plantas aportan a los interiores también se asocian a promover beneficios emocionales y ambientales para la vida y el trabajo.

Funcionan también como aislante acústico, llegando a reducir el impacto sonoro en el interior del edificio en unos cuantos decibelios.

El principal secreto para la funcionalidad de jardines interiores está en una estructura metálica, que queda anclada a la pared y que sirve como soporte a la vegetación, mientras que una capa de fieltro es la encargada de aportar un sustrato adecuado para que enraícen las plantas. También es importante elegir adecuadamente las especies vegetales que se van a colocar, siendo lo mas idóneo que no requieran mucha agua o elevada cantidad de fertilizantes.

Las principales ventajas de este tipo de jardines, es que sirven como reguladores térmicos, ayudando a enfriar o calentar el interior del edificio, lo cual puede suponer un ahorro energético de hasta un 20%. Además, como ocurre con cualquier planta, al realizar la fotosíntesis y absorber el CO2, también están eliminando algunos de los contaminantes de la atmósfera, por lo que ayudan a mejorar la calidad del aire, así como a proporcionar un ambiente más fresco.

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