Hotel Umbral, instauración de lo moderno
Este espacio es un edificio de los años treinta que experimentó una remodelación que fue la medida exacta entre restauración del pasado e instauración de lo moderno
En primera instancia, cuando uno ingresa al edificio, el ruido se hace menos notorio. Y conforme uno se va adentrando, se da cuenta que no solamente el ruido disminuye, también la luz baja su intensidad.
En palabras de este reconocido Hotel Umbral, parte de las intervenciones a su patrimonio deben reconocer el verdadero significado de estos sitios con la intención de recuperar y maximizar la oferta cultural, los puntos de encuentro y el respeto de los habitantes de los centros urbanos que contienen la memoria de la población y generan sentido de pertenencia y amor por el pueblo y la ciudad.
Foto: Gentleman
La propuesta de los arquitectos conserva la fisionomía original del edificio, por lo que las habitaciones del hotel están sementadas en varios cuartos.
Todas las recamaras son antecedidas por un pequeño vestíbulo obscuro que busca servir como un “buffer”, una cámara amortiguadora, un espacio de incertidumbre y una transición separado del siguiente por una cortina, misma que al abrirse revela poco a poco lo que hay detrás: una recamara con tonalidades grises.
Simbolismo de los espacios
La arquitectura moderna también cuestiona, invoca el pasado y se construye a partir de ruinas y cenizas. El edificio alberga la escalera que conecta dos espacios y dos tiempos. Evoca un estilo que muestra las muchas capas de pintura que cuentan una historia de aventuras.
El verdadero arte está en la forma en que se realiza y cómo lugares como el centro histórico hacen la transición hacia el futuro. ¿Cómo será esta zona dentro de unos años?
