Gerardo Broissin: Definición de una trayectoria
Gerardo Broissin nació en 1975, en la Ciudad de México. Poco antes de graduarse con honores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac, en el año 2000, fue estudiante de intercambio en el Instituto de Arquitectura del Sur de California, donde descubrió otra de sus pasiones: el grafiti.
Carrera
Su trabajo arquitectónico cobró relevancia cuando en 2007 recibió el Premio Design Vanguard, otorgado por el Architectural Record New York Magazine. Ese mismo año fundó su taller: BROISSINarchitects. Su estilo arquitectónico se destaca por propuestas innovadoras al incorporar una variada gama de formas, texturas e ideologías.
Durante su estadía como estudiante en la ciudad de Los Ángeles, el arquitecto Gerardo Broissin camina en los distintos rincones de la urbe y descubre poco a poco un asombro inusitado: los grafitis comienzan a sorprenderlo por una calidad que no se había imaginado. A partir de ese momento, se inicia una pasión por el tema. Compra libros y se informa sobre el modo de expresión particular que es el grafiti. Sin embargo, a su regreso a México descubre que en este país no hay libros sobre el grafiti, y de ahí nace la idea de publicar Grafiti DF, una obra de investigación que le toma diez años de trabajo.
<<El grafiti es algo difícil de erradicar >>, afirma Broissin. <<No es un arte urbano, es un medio de expresión sin fines de comunicar absolutamente nada. Eso es lo más interesante: al menos en México el grafiti no se realiza con fines mediáticos; el grafitero pinta simplemente por descarga de adrenalina; su cuerpo se lo pide, lo necesita.>> Esa imagen de espontaneidad describe un modo de vida que se aleja de la propia adulación.
<<El grafitero no pinta por reconocimiento personal; en el grafitero no hay ego, y eso llama mucho la atención.>> Así, la actitud del grafitero contrasta con la idiosincrasia del mexicano: <<criticamos al gobierno anterior y criticamos a éste, así que creo que nos falta tener más empatía para mejorar la situación actual>>.
Pabellón Egaligilo, 2019
Materiales predilectos
Me encanta la naturaleza. Creo que es nuestro material más interesante y muchas veces sólo lo consideramos un accesorio. Me gusta que la arquitectura esté enmarcada, rematada y coronada por la naturaleza.
La madera me llama la atención en todas sus formas: laminada, en tablones, en vigas, en gualdras. Me parece que la madera siempre nos va a provocar un sentido único de calidez y pertenencia.
El vidrio. No conozco una arquitectura que no tenga vidrio. Siempre está presente de alguna manera, y toda la variedad de cristales tecnológicos que hay ahora permite una gran gama de posibilidades.
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