Función de los cerramientos

En cuanto a las funciones primordiales de todos los cerramientos, podemos distinguir las de aislamiento y las de protección. No obstante, también se añaden algunos rasgos más estéticos, tales como permitir la entrada de luz natural o de ventilación, o incluso, ofrecer una vista del exterior.

Aislamiento
Ya entendido el concepto de separación, podemos hablar del aislamiento en esos mismos términos. Cuando se trata de separar el interior del exterior, se buscan dos principales resultados: aislar térmica y acústicamente el ambiente interior. El primero influye directamente en la sensación de frescura de un edificio, o bien, en el caso opuesto: en su calor contra el frío ambiental.

Protección
Por otro lado, existen elementos que no sólo incomodan, sino que también pueden perjudicar la salud de los seres humanos. Por ello, los cerramientos se utilizan con el afán de proteger contra todas esas incidencias. Las principales son los agentes químicos y mecánicos que se producen por las condiciones del tiempo, tales como la lluvia (que puede convertirse en lluvia ácida) y los distintos gases contaminantes en el entorno.

La protección también se extiende a todo los factores climáticos, que pueden incluir la nieve o el granizo, por lo cual, dependiendo de la zona, será el tipo de cerramiento. Asimismo, diferentes espacios requieren otras exigencias: la protección contra el fuego, como habíamos comentado, necesita ciertos mecanismos para producirse, pero es especialmente importante en rutas de evacuación de cualquier recinto.

Importancia del diseño
Siempre se esperaba que los cerramientos de los edificios fueran duraderos y proporcionaran un grado de separación ambiental; sin embargo, hoy también deben considerar la eficiencia energética, la iluminación natural, la calidad del aire interior y la confortabilidad en general. Por este motivo, se ha extendido el uso de los cerramientos, sobre todo en espacios de relajación. Las piscinas o los jardines pueden contener elementos de cerramiento ligero, que reciban las condiciones agradables del ambiente (como la luz y los colores), pero sin dejar de lado la seguridad y el resguardo.

Los cerramientos ligeros son ese vértice en donde confluye el diseño y la arquitectura. 

Hoy en día el diseño no está peleado con la eficiencia de los espacios, por lo cual se pueden hacer usos diversos de un material para configurar una estética y proteger los espacios. Por todo ello, es importante que desde la etapa de diseño se planteen los objetivos y las condiciones a las que estará expuesto el inmueble: sólo de ese modo se puede hacer una selección correcta y una planeación eficaz del proceso de cerramiento.

En la actualidad el diseño de los cerramientos incluye el vidrio, el acero o incluso la piedra.

El impacto estético de una obra se puede balancear con la eficiencia de un espacio, o bien, con los aspectos de seguridad de un inmueble. El calor, la humedad y el ruido, todos son factores que contaminan el interior y van en perjuicio de un ambiente ideal y de refugio.

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