Función de la iluminación exterior

Publicado en: Noticias | 27 octubre, 2020

La iluminación de fachadas, monumentos o estructuras brinda seguridad, facilita la orientación y contribuye a la creación de un paisaje urbano atractivo.

Un edificio iluminado de manera apropiada no sólo resalta sus características arquitectónicas, también representa un mérito profesional que incrementa el valor tanto estético como económico de todo el inmueble. La luz tiene un impacto en nuestro estado de ánimo; a través de ella se pueden evocar distintas emociones o sensaciones, por lo cual, el diseño de iluminación resulta una tarea casi artística.

Además de una gran sensibilidad estética, sabemos que para iluminar un espacio es fundamental contar con una formación sólida, conocer las técnicas existentes e identificar los productos que ofrece el mercado, desde luminarias tradicionales hasta focos controlados por wi-fi.

Técnicas de iluminación exterior

La iluminación de tareas se utiliza en exteriores con el propósito de dar luz a entradas y caminos. Su función principal es contribuir a la realización de actividades específicas. Esta clase de iluminación se obtiene gracias al uso de luces de camino, iluminación de cubierta y luces de paso al aire libre.

En el caso de la iluminación ambiental o general, ésta se enfoca en iluminar áreas exteriores abiertas, considerando un nivel cómodo de brillo que favorezca la visibilidad, sin causar deslumbramiento. Generalmente se eligen luces de pared o luces de poste para poder transitar con seguridad a través de los espacios al aire libre.

Si se desea añadir drama a un elemento, la iluminación de acento es la mejor opción. Con este tipo de técnica se destacan detalles arquitectónicos, objetos o vegetación, por medio de conos de luz intensivos que resaltan dentro de un entorno oscuro. Al concentrar la atención en un punto, las estructuras y texturas de los objetos reciben mayor énfasis. Los proyectores funcionan muy bien para este fin, al igual que las lámparas de techo.

Para iluminar grandes superficies se recurre a la iluminación de inundación. Aquí se colocan luces extensivas que generan un efecto de amplitud y delimitan el espacio. Se instala en paredes, donde es determinante para trasmitir una impresión de claridad, así como en fachadas. La inundación con luz contribuye a realzar las texturas de la piedra natural o de la mampostería, pues la luminosidad se distribuye de manera uniforme en el eje vertical.

Por último, la iluminación de orientación es aquella que incide en la percepción del espacio, señalando caminos y escaleras en el exterior con ayuda de puntos o líneas de luz. Estas luces esencialmente buscan orientar los trayectos, es decir, actúan como guías, por cual, el entorno queda en un segundo plano. En este tipo de iluminación son convenientes las luminarias pequeñas empotradas en el suelo o en la pared, a una altura baja.

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