Estilos únicos de Salvatierra 150
Detrás de la sólida identidad y estilo únicos de Salvatierra 150, hay una insólita historia que refuerza su personalidad.
La curiosa historia de dicho edificio, que nos revela en exclusiva el arquitecto Arturo Carrillo, es un ejemplo de unidad familiar y persistencia. Miembro de una familia numerosa, el arquitecto se puso al frente de este proyecto e invitó a otros de sus hermanos a invertir y participar.
De hecho, según nos revela, incluso su madre formó parte de quienes invirtieron aquí
Como prácticamente todos los edificios, este proyecto inició con un terreno baldío, aunque a diferencia de los demás, la forma triangular del terreno fue desde el inicio su mayor atractivo y desafío.
Todo comenzó en una reunión familiar en la que Carrillo y sus hermanos le planteaban su necesidad de adquirir un terreno para construir algunas viviendas y posteriormente venderlas, algo que ya venían realizando en grupo desde hacía años. En dicha reunión, uno de sus tíos les ofreció un terreno.
Emocionados por el desafío pero animados por el potencial del sitio, los hermanos cerraron con un apretón de manos el trato con aquel tío.
Con el entusiasmo de poder seguir emprendiendo juntos proyectos arquitectónicos en la zona, el equipo de los Carrillo puso manos a la obra.
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