Especificar persianas

Las persianas son una parte fundamental en los edificios, no solamente para oscurecer y proteger, también para aislar el ruido del exterior y mantener la casa fresca en verano y caliente en invierno.

Queremos recordar algunos de los principios de diseño clave que se deben seguir al especificar o adquirir persianas para ventanas. El primer principio a tener en cuenta es el impacto que tendrán las persianas en el aspecto de la fachada. Después de todo, ésta es la parte más visible del edificio, es la importante primera impresión. El tipo de persiana, el tipo de tela y la ubicación en relación con el acristalamiento, tienen un gran impacto en cómo las persianas afectan la apariencia de la fachada.

La luz del sol es increíblemente poderosa: el sol directo puede superar los 100 000 lux.

La función principal de cualquier persiana es regular la luz del día para la comodidad del usuario del edificio. Dos principios clave a considerar son el posicionamiento de las persianas y la selección de la tela. La luz del sol es increíblemente poderosa: el sol directo puede superar los 100 000 lux, por lo que es muy importante que la tela elegida sea lo suficientemente opaca para controlar esto. La selección de la tela también tendrá un impacto en el rendimiento térmico; por lo tanto, los factores térmicos y de luz siempre deben considerarse juntos.

Debemos asegurarnos de tener ventanas bien instaladas, ya que son esenciales para el aislamiento.

Los edificios están sujetos a modelado térmico como parte de su diseño. Las persianas son una parte importante de la estrategia para reducir los costos de enfriamiento y evitar el sobrecalentamiento. Unas persianas mal diseñadas pueden ser las causantes de problemas, como un mal aislamiento térmico y acústico.

Por supuesto, además de todo, debemos asegurarnos de tener ventanas bien instaladas, ya que son esenciales para el aislamiento. A través de ellas puede perderse entre el 25% y el 30% del frío que expulsa el aire acondicionado o el calor de la calefacción.

Unas persianas mal diseñadas pueden ser las causantes de problemas, como un mal aislamiento térmico y acústico.

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