El equilibrio de la iluminación en los espacios interiores
Como en alguna película, recordamos determinadas escenas por que a la vista se resaltan diferentes elementos que en su repetición nos ayudan a que la memoria se active, por la creación de un determinado ambiente.
Los ambientes que se construyen en los interiores logran efectos similares, siempre y cuando los elementos que los conforman se encuentren bien equilibrados. Las residencias están conformadas por salas, baños, cocinas, habitaciones, jardines, todos ellos en su conjunto construyen cierta intencionalidad por plasmar algún sello característico, sin embargó es necesario que todos estos estén bien alineados para lograr el objetivo a crear.
Uno de estos elementos que llama la atención y de los cuales se tiene que tener cuidado es la iluminación, debido a que esta le otorga características esenciales para generar un ambiente.
Es fundamental encontrar el equilibrio adecuado entre las aspiraciones estéticas y la necesidad de limitar el número de luminarias y lámparas, tanto por costos de los equipos, así como por la eficiencia energética.
Los espacios dentro de los edificios necesitan una iluminación adecuada para su uso, la mala combinación de esta podría hacer tropezar el proyecto inicial, debido ha la dificultad de equilibrar la luz artificial con la natural la iluminación artificial con la natural: La artificial, un recurso siempre disponible, de fácil regulación y en el cual es posible tener un control, ya que existen infinidad de lámparas, focos, diners con los que se le puede manipular. En cambio la luz natural, depende de la cantidad de energía luminosa que pueda entrar por los huecos diseñados en la construcción.
Una de las dificultades es trasportar la luz del exterior hasta la superficie donde se requiere, Existen varíos métodos para llevar a cabo esta labor, uno de ellos es el método de lúmenes, este consiste en calcular el nivel medio de luminaria en determinado espacio.
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