El Edificio De La Bauhaus, las formas de la función
Hoy, con casi cien años de vida, el edificio mantiene esa apariencia que va más allá de lo moderno, pues su grandeza no tiene tiempo ni época.
La Bauhaus, fundada en 1919 por Walter Gropius, intentó desde un inicio incorporar en sus postulados diversos tipos de expresiones artísticas. Desde el diseño hasta la artesanía, pasando por el arte y la plástica, todas tuvieron cabida. Pintores como Paul Klee o Vasili Kandinski, fotógrafos como Walter Peterhans, diseñadores como Lászl Moholy-Nagy y escultores como Joost Schmidt, son sólo algunos ejemplos de artistas importantes de la primera mitad del siglo XX adscritos a esta escuela arquitectónica y artística.
“Cada vez estoy más convencido de que el trabajo es la única deidad verdadera de nuestro tiempo y desde el arte debemos ayudar a encontrar una expresión para el mismo”.
NUEVOS MATERIALES, NUEVOS HORIZONTES
Especialmente durante sus primeros años, la Bauhaus se proponía recuperar los métodos artesanales de construcción. Con ello tam-
bién buscaba favorecer la comercialización de productos que estuvieran al alcance del sueldo del ciudadano promedio.
En esta escuela se mezclaban el arte, la artesanía y la tecnología.
Los alumnos aprendían las nociones básicas de oficios diversos y se fomentaba el uso de materiales nuevos en la elaboración de edificios, pero también de otros objetos cotidianos como muebles y accesorios ornamentales, por no decir artísticos.
Cinco años después de su fundación, tras una persecución política desde el régimen nazi y el cierre obligado de su primera sede, en Weimar, la Bauhaus tuvo que buscarse otro hogar. La escuela se mudó a Dessau, una localidad a 130 kilómetros al suroeste de Berlín. El perfil industrial de este sitio les brindaba cierta libertad artística y creativa, además de significar una oportunidad de oro para poner en práctica las revolucionarias ideas de esta naciente escuela.
