El canto visto es su gran ventaja, por ser decorativo

Los tableros de contrachapado están formados por finas capas de madera entrecruzadas entre sí; de ahí que se llame contrachapado (chapa y contrachapa). Las capas, de número impar, van pegadas con resinas sintéticas a alta presión y temperatura. De la oferta de tableros derivados de la madera, el contrachapado es el más liviano y parecido a la madera. No se trata de un producto nuevo: su historia industrial arranca en las primeras décadas del siglo XX en Estados Unidos. Será entre los años 40 y 60 del siglo pasado cuando se posicione como el revestimiento icónico de los interiores modernos, de la mano de diseñadores como los Eames, Alvar Aalto o Arne Jacobsen. Hoy en día esta placa laminada de delgado espesor sigue triunfando, al aportar la calidez de la madera a un precio más económico.

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