Diseñando el baño: tinas, cabinas y duchas

Para disfrutar de un relajante baño, es indispensable que en su diseño se combine la estética y la funcionalidad, puesto que constituye uno de los lugares principales donde buscamos calmarnos, ya sea al iniciar el día o después del trabajo.

Así, el baño se vuelve parte de nuestra cotidianidad, no sólo para la higiene personal sino como un encuentro de gozo y belleza, un lugar en el que pasamos buen tiempo de nuestra vida y por ello es fundamental que sea un espacio cómodo, funcional y reconfortante.

A propósito de lo anterior, cuando se trata de diseñar baños resulta necesario hacer una correcta selección del tipo de mobiliario que se colocará, en especial porque tales elementos son fijos y tienen una función invariable. No obstante, hoy en día existen numerosos fabricantes, que abarcan una amplia gama de materiales, soluciones y estilos, por lo que se pueden crear baños con todo tipo de tamaños, formas y combinaciones.

El baño se vuelve parte de nuestra cotidianidad, no sólo para la higiene personal sino como un encuentro de gozo y belleza. 

Dimensiones mínimas: las duchas y cabinas cuentan con mayor libertad creativa al momento de dimensionarlas, pues su tamaño estará determinado por el espacio destinado al baño; sin embargo, una ducha no debe de medir menos de 60×60 cm como superficie mínima; lo recomendable para una ducha más cómoda serían 70 cm de fondo.

Por otro lado, las tinas o bañeras tienen un tamaño fijo, regularmente las tinas estándar son de 70 cm de ancho, 42 cm de alto y de 1 a 2 m de largo, aunque las hay de dimensiones mayores en modelos para varias personas y tipo jacuzzi. Entonces, en este caso el tamaño requerido dependerá del uso y también de la altura del usuario.

Sobre la entrada, tanto para ir hacia la ducha o a la bañera, la dimensión mínima para el paso libre debe ser de 60 cm, pero en baños pequeños pueden utilizarse pasos de 50 a 55 cm.

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