Controversias en los Premios Pritzker

Tal como muchos otros reconocimientos en distintos ámbitos, el Premio Pritzker genera polémica por distintas cuestiones.

Sabemos bien que el hecho de premiar cada año conlleva criterios subjetivos, que muchas veces no complacen a la mayoría de las personas dentro de ciertas comunidades. Los aspectos políticos y sociales se involucran en la percepción de la mayoría de las personas, y se pueden encontrar propensiones en cuanto a los galardonados.

Curiosamente, esto puede resultar banal, como cualquier tendencia. Por ejemplo, un sitio web dedicado al entretenimiento hizo notar que muchos de los ganadores del Premio Pritzker han nacido bajo el signo de Tauro. Por supuesto que este aspecto no tiene relevancia en el ámbito social o político, pero, ¿pueden ser las tendencias engañosas?

Lo cierto es que ha llamado la atención el bajo número de mujeres que han sido premiadas, pues antes del Pritzker 2020, en que se premió en conjunto a las irlandesas Shelley McNamara e Yvonne Farrell, se habían galardonado tres mujeres desde la entrega de 1979. La primera de ellas fue la iraquí, naturalizada británica, Zaha Hadid, quien ganó la edición de 2004.

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Esto ha representado una molestia, no sólo en el Premio Pritzker, sino en prácticamente todos los galardones, pues las estadísticas demuestran una marcada tendencia machista en el siglo pasado. Aunado a esto, han existido diversas polémicas por premios que, a consideración de muchas personas, debieron ser entregados en conjunto. En 2013, por ejemplo, se difundió una solicitud de firmas por Internet para que la Fundación Hyatt le otorgara el premio de manera retroactiva a Denisse Scott, esposa y colaboradora de Robert Venturi, quien ganó el premio en 1991.

La Fundación Hyatt sostiene que entrega el premio sin detenimiento en la raza, la nacionalidad, el credo o la ideología. El género también debe ser indistinto en la entrega del premio, y seguramente en años futuros se comenzará a equilibrar la balanza. Sin embargo, si de verdad interesan los fines artísticos en la fundación, si los criterios son puramente arquitectónicos, esas tendencias tendrán que desvanecerse en favor de las obras y de su funcionalidad. Sólo así se puede obtener un auténtico legado arquitectónico

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