Comunicación del diseño y construcción del Instituto Salk

Publicado en: Noticias | 26 agosto, 2022

En el proyecto del Instituto Salk se contó con la libertad de poder diseñar un alojamiento similar a la época romana, construido por diferentes materiales

Ante todo, es importante recalcar el papel que jugó la comunicación entre cliente y arquitecto en el diseño y construcción del Instituto Salk. El proyecto nunca contó con un programa formal inicial sobre el cual elaborar, más bien surgió de las conversaciones entre ambos. Bajo este esquema, Kahn contó con una libertad casi total para expresar sus ideas. Logró imponer ideas suyas, como la de que era necesario crear dos entornos físicos separados para alojar, en uno, al reino conceptual del intelecto; y, en el otro, alojar al reino procesal de la investigación empírica. El primero estaría constituido por células de estudio bien amuebladas frente a un patio común interior y, el segundo, un espacio de galería con todos los servicios.

Si bien la mancuerna arquitecto-cliente comenzaba a rendir frutos, Kahn y Salk aún tenían grandes desafíos.

Uno de ellos era la severidad del clima en esa parte de California, por lo que la elección de materiales de construcción era de suma importancia. Debían elegirse materiales que duraran por generaciones y que requirieran un mantenimiento mínimo. Bajo este criterio se eligieron concreto, madera de teca, plomo, cristal y acero. Los muros de concreto vertido in situ fueron todo un regreso a la época romana pues se redescubrieron las cualidades impermeables y el brillos cálido y rosado del concreto “puzolánico”. También se eligió la vía rústica con el aspecto inacabado de la teca que rodea las torres de estudio y las ventanas de la oficina oeste. Asimismo, Kahn dio instrucciones de que no se usara ningún sellador o pintura primaria que pudiera alterar el color y la textura de la madera.

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