Certificaciones internacionales para arquitectura sustentable

Publicado en: Noticias | 21 mayo, 2020

La importancia de la construcción responsable con el medio ambiente se extiende por el mundo cada vez más. 

El sello de certificación sustentable más importante del mundo es el LEED (Liderazgo En Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), el cual se expide por el Consejo de Edificación Sustentable de los Estados Unidos, y ha tenido una expansión tremenda en todo el mundo, al promover espacios más saludables y eficientes, así como el acceso a distintos incentivos fiscales con el fin de apoyar el planeta.

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En nuestro país hay más de 300 edificios con esta certificación, lo que nos coloca en el primer lugar en toda América Latina. Esta certificación plantea distintos niveles y diversas áreas, en las que un edificio puede especializarse para obtener el máximo nivel de sustentabilidad. Las categorías en las que puede distinguirse un edificio son: ubicación y transporte, sitios sostenibles, uso eficiente del agua, energía y atmósfera, materiales y recursos, calidad del ambiente interior, innovación en el diseño.

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Torre BBVA Bancomer, Ciudad de México

En cada una se establece un puntaje que permite llegar al nivel básico, plata, oro y platino en grados progresivos de certificación. Además de esta importante certificación, también existen algunas más que califican el desempeño sostenible de las edificaciones. Entre ellas podemos mencionar el Living Building Challenge del Living Future Institute, que tiene un sistema riguroso para calificar el tratamiento en los residuos de agua, para una operación continua de doce meses.

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En México se instauró desde el año 2009, y el vínculo para su difusión y aplicación ha sido la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.

Como vemos, siguen creciendo la variedad y la eficiencia de las certificaciones en todo el mundo, pues se tiene como máximo propósito el cuidado del planeta. Hay que contribuir con ese objetivo, de tal modo que las construcciones modernas se adapten a esas exigencias y mantengan un diseño agradable, funcional e inteligente. De ese modo, la tecnología queda al servicio de la construcción, no para destruir el medio ambiente, sino para crear una armonía con el mismo.

Conoce más artículos de interés en nuestra edición de mayo. 

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