Boué Arquitectos
Boué Arquitectos es un desarrollador inmobiliario integral, especializado en selectos proyectos de inversión; hoy conversamos con su fundador y director, el arquitecto Gerardo Boué.
Aunque una escala modesta de personal en Boué Arquitectos se ha mantenido desde sus inicios –hace ya más de treinta años–, en un día ocupado este equipo puede tener trabajando a su alrededor hasta 500 personas. Así pues, el crecimiento de este despacho se distingue más en los pequeños detalles, que en las grades dimensiones.
“En una obra, tienes un montón de contratistas, además de muchos especialistas,” nos explica Gerardo Boué, arquitecto fundador de este despacho.
“Esos especialistas incluyen ingenieros en estructuras, en mecánica de suelos y en instalaciones. Porque es importante que todas las instalaciones tengan un especialista detrás. No hacemos nada sin especialistas. Con los años, hemos formado un equipo de profesionales que trabaja con nosotros –carpinteros, herreros, albañiles, electricistas, etcétera–, que ya saben cómo nos gusta hacer las cosas”.
Un equipo así de especializado no se logra de la noche a la mañana. Boué Arquitectos nació en 1986, cuando Gerardo se independizó del despacho para el que colaboraba tras egresar de la Universidad Anáhuac. La mayor parte de la vida de este despacho, ha estado dedicada al diseño arquitectónico, incluido mucho trabajo de interiorismo comercial, en oficinas y restaurantes. También han hecho arquitectura residencial, edificios, fraccionamientos y, la última década, se han concentrado en el desarrollo inmobiliario.
La experiencia del despacho incluye prácticamente toda la gama de posibilidades que ofrece la arquitectura.
Por ello, le preguntamos a Gerardo cómo es posible lograr algo así. “Lo más notorio es cómo hemos tenido que adaptarnos. Siempre hay nuevas formas de vivir la vida, nuevas formas de comercio y trabajo. Eso implica que nosotros, como diseñadores de espacios, evolucionemos. Por otro lado, hemos implementado todas las nuevas tecnologías en el desarrollo de nuestros proyectos. Empezamos dibujando a mano, con rapidógrafos y reglitas, hoy en día eso ya pasó a la historia. Nuestro trabajo se digitalizó totalmente. Eso también nos ha facilitado la labor y nos ha ayudado a trabajar con mayor profundidad. Ahora es posible proyectar y al mismo tiempo ver lo que estamos diseñando en tres dimensiones. De esa forma podemos implementar acabados y muchas alternativas que se le pueden encontrar al diseño. Hace algunos años, todo eso era más complicado”.
