Aprovechamiento del encino
El estudio y el conocimiento de las características anatómicas y tecnológicas de la madera son herramientas valiosas que ayudan a un mejor aprovechamiento, permitiendo dar a cada especie, o grupo de especies, los usos más acordes con sus propiedades.
El aprovechamiento de la madera de encino en México se hace sin separar las especies rojas de las blancas y, por lo tanto, sin seleccionar las especies dentro del mismo grupo. Esto ocasiona un gran desperdicio de madera, principalmente de las especies blancas, ya que las técnicas de transformación empleadas no son las adecuadas para ellas, por las diferencias en las características anatómicas y tecnológicas.
Dependiendo del país y la región, se puede nombrar este árbol como encino o encina, sin embargo se trata del mismo árbol.
El estudio y el conocimiento de las características anatómicas y tecnológicas de la madera son herramientas valiosas que ayudan a un mejor aprovechamiento, permitiendo dar a cada especie, o grupo de especies, los usos más acordes con sus propiedades. Es prioritario fomentar programas de conservación, manejo y aprovechamiento de esta importante fuente de materias primas; así como el conocimiento del equilibrio natural de los ecosistemas donde crecen. El aprovechamiento adecuado de cualquier recurso natural se traduce en una fuente de riqueza y mejoramiento económico para el país que sepa utilizarlo.
El territorio mexicano tiene una superficie continental de 195 millones de hectáreas, de las cuales, 30.4 corresponden a bosques y 26.4 a selvas (SEMARNAP, 1998). Dentro de esta área forestal, los encinos, como comúnmente se conoce en México al conjunto de especies del género Quercus, constituyen el recurso maderable más abundante, después de los pinos, básicamente en los bosques de clima templado del país, aunque también se encuentran representantes tropicales como Q. oleoides y Q. sapoteifolia que crecen incluso al nivel del mar.
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