Materiales utilizados en la fachada
El vidrio, madera, piedra, metales y jardineras, entran en juego para comunicar un mensaje. Además de la función estética, deben ser altamente impermeables al agua y proporcionar un aislamiento térmico y acústico a los espacios interiores.
Madera
Como es de esperarse, la fachada de madera es una de las más variadas, dado que su materia prima puede obtenerse de un gran número de especies de árboles diferentes, entre los que se destacan el cedro, el pino y la secoya. Su precio varía de acuerdo con el origen geográfico del tipo de madera escogido.
Aluminio
Utilizar aluminio en la fachada es muy recomendable ya que resulta relativamente económico. Hay paneles de diversos colores, texturas y alineaciones para escoger; es altamente resistente, especialmente eficaz contra los incendios y los ataques de plagas, aunque es justo indicar que se abolla con mucha facilidad.
Estuco
El estuco es un material ligado al concepto de fachada desde hace siglos; para conseguirlo, sólo hace falta combinar cal, arena y agua y puede texturizarse utilizando diferentes pigmentos y piedras. Cabe mencionar que este material se seca en muy poco tiempo, resiste el agua y es muy duradero.
Piedra
La fachada ventilada, revestida de piedra natural, ofrece un toque de distinción y calidez cuando se usa granito, mármoles o pizarras. La piedra ha vuelto a utilizarse por los constructores, ya que aísla acústicamente el espacio, es resistente a la humedad y se ahorra.
Cobre
El uso del cobre ha experimentado un resurgimiento en la arquitectura contemporánea, las fachadas revestidas de cobre le proporcionan a la casa luminosidad, brillo y elegancia. El cobre es un material natural, duradero y 100% reciclable, con una superficie viva que madura de forma elegante desde su color rojo brillante inicial, pasando por distintas tonalidades de marrón, hasta desarrollar su característica pátina verde.
Fibrocemento
Una fachada hecha de fibrocemento puede llegar a ser muy duradera, ya que este material se obtiene mezclando arena, cemento y fibra de celulosa. Se puede conseguir en paneles previamente pintados, que también son resistentes a las termitas y al fuego, además de requerir muy poco trabajo para mantenerlos.