Acerca de los contratistas en la aplicación de la pintura

El contratista debe conocer y analizar todos los planos, dibujos y especificaciones del arquitecto.

En ese sentido, debe comprender todas las condiciones relacionadas con su trabajo y cumplir cabalmente con la aplicación de los materiales especificados. Esto incluye la ejecución de todas las capas de pintura, teñido, barnizado y otros acabados de las superficies interiores y exteriores que aparecen en los planos. Deberá garantizar los materiales, equipos, herramientas y accesorios, así como transporte y servicio desde su taller para completar todo el trabajo. Aunque parezca mentira, se debe establecer que el cobre, el aluminio, el bronce, el acero inoxidable, el latón y el níquel no se pintarán, a menos que se especifique lo contrario; tampoco puertas, rejas, marcos y otros artículos.

Antes de pintar, se deben retirar todos los herrajes, manijas de puertas y cajones, y ser almacenadas de manera ordenada. 

Las superficies que no se pintarán, deben protegerse de salpicaduras de pintura, usando paños o cinta adhesiva. Las pinturas deben mezclarse bien hasta obtener una consistencia uniforme, sin dejar depósitos en el fondo de los contenedores. Si es necesario el adelgazamiento de la pintura, no se debe usar un diluyente que no sea el recomendado por el fabricante. Todas las pinturas, tintes, barnices u otros recubrimientos deben aplicarse uniformemente, sin rayas, trazas o marcas de pinceles.

Todas las superficies deben estar secas, limpias y libres de polvo, suciedad, grasa, aceite, óxido, salpicaduras de mortero, sales, y cualquier otro material extraño que pueda afectar la adherencia y el aspecto en la pintura. Las superficies previamente pintadas y en buenas condiciones no suelen requerir imprimación, pero deben lustrarse con papel de lija si están brillantes.

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