Aceites y cera para madera
En la actualidad, hay varios tipos de acabado que se utilizan para proteger los pisos de madera dura: barniz de poliuretano a base de agua o de aceite, recubrimientos de aceite natural y recubrimientos de cera.
ACEITES
Los aceites naturales mejoran la durabilidad de la madera y permiten que el piso se repare fácilmente si se daña. Algo muy importante a considerar, es que los poliuretanos brindan una barrera duradera, pero a la par, cada vez que se aplica, dicha barrera consume una capa de madera. Por ello, en el mejor de los casos, se recomiendan de tres a cuatro lijados en la vida útil del piso, antes de que se deba reemplazar.
En cambio, un acabado de aceite penetra en las fibras de la madera para endurecerlas, pero sin alterar su belleza natural. Entonces, sin una película visual en la superficie, los suelos aceitados se distinguen por su elegante pátina y también son reparables y fáciles de cuidar, puesto que un suelo aceitado nunca necesitará ser lijado y sólo requiere de aplicaciones regulares de un aceite de mantenimiento, para nutrir la madera y devolverle el brillo. Por lo tanto, el aceite natural que se usa para dar acabado a los pisos aceitados, estrictamente no es un revestimiento de superficie, sino que está diseñado para fusionarse con el piso, al penetrar, unirse y endurecer las fibras de la madera.
El acabado puede ayudar a mantener la belleza de la superficie de madera y a prolongar su vida útil.
CERA
La cera artesanal no posee recetas fijas, porque cada instalador tiene una propia, con las proporciones a su gusto; incluso, es posible alterar las cantidades de los ingredientes según el tipo de madera. Aún así, la mayoría de las ceras llevan en su composición: cera de abejas y esencia de trementina (aguarrás). La cera resulta ser la ideal para un acabado de bajo brillo. Además de ser capaz de penetrar en la madera, es fácil de aplicar y de retocar; no contiene tantos COV’s (Compuestos Orgánicos Volátiles), por lo que su olor es mínimo, y puede combinarse con algún tinte.
Durante cientos de años, la cera ha sido el acabado preferido para pisos de madera dura, mucho antes del desarrollo de los acabados de poliuretano en la década de 1960. Inclusive, hoy en día, sigue siendo una opción popular para casas de valor histórico y también es elegido con frecuencia por los aficionados al bricolaje, quienes optan por pisos de madera con apariencia natural y bajo brillo. Cabe señalar que la cera a veces amarillea u oscurece con el tiempo, en esa circunstancia, para reemplazar el encerado por un barniz de poliuretano, deberá de quitarse completamente la cera del piso.
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