Aplicación del barniz
En la composición del barniz de poliuretano se encuentran tres elementos esenciales: el disolvente, el catalizador y el producto en sí mismo. La clave para un buen barniz es que esos tres componentes se mezclen en partes iguales, logrando una sustancia equilibrada y efectiva.
Por los beneficios que implica para la madera, se puede usar como base o como acabado final. Los lentes de protección, los guantes y los respiradores desechables son muy útiles para evitar cualquier riesgo al manipular este producto.
Además, hay que recordar que, antes de usar el barniz, se debe lijar la superficie y limpiarla con un paño limpio. Si durante este procedimiento se detecta una imperfección en la madera, se pueden emplear pastas resanadoras y aplicarlas con ayuda de una espátula.
Si el barniz será el acabado final, se aplican al menos dos capas y se deja un tiempo de secado de hasta 7 horas entre cada una.
En la última capa, es preferible aplicar el barniz en todas direcciones y, cuando toda la superficie tenga producto, hay que usar una brocha para extenderlo en un mismo sentido.
El barniz de poliuretano es una de las grandes opciones para garantizar durabilidad y resistencia. Como un componente esencial en el cuidado de la madera, va mucho más allá de un acabado estético y atractivo, pues se encarga de preservar las superficies y protegerlas contra muy diferentes circunstancias.
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